Lucidalba Marín Espinoza, vive con sus tres hijos y su hermana, quien sufre una enfermedad mental, son desplazados de Cali, Valle del Cauca, su vivienda es precaria y muy rústica, ubicada en lo que al principio era una invasión en Cartago. Esta familia no contaba con los recursos económicos suficientes para mejorar su casa y sobre todo el baño, el cual se encontraba en pésimas condiciones.
La Corporación Diocesana al ver la necesidad de esta familia, acudió a ella y les ayudó a mejorar su vivienda. Ahora, cuentan con una instalación sanitaria digna en su hogar.