Desde muy pequeña supo lo que era trabajar para ayudar a mantener a su familia, Blanca Ligia López es una de las beneficiarias de la Planta Procesadora de Plátano ubicada en el municipio de Ansermanuevo, Valle, ha estado presente en todos los pelados que se han realizado a lo largo de los nueve meses que lleva la planta en funcionamiento.
Ser beneficiaria de uno de los proyectos de la Corporación Diocesana la ha llenado de alegría y puede ocupar su tiempo en algo que le gusta y hace con amor. Divide su tiempo entre las tareas del hogar, su trabajo en casas de familia y en la Planta “Si me dijeran que deje todos los trabajos por estar en la planta todos los días, lo haría”.
“Con ninguna he tenido problemas, a todas las quiero y con todas me la voy bien, todas somos como familia, trabajamos en calma. Me gusta mucho hablar, soy muy conversadora, a mí me dicen: Ligia conversa todo el tiempo pero la mano no la deja quieta”.
Expresó su agradecimiento hacia la Corporación Diocesana y a Monseñor Jairo Uribe, “enormemente agradecida con Monseñor Uribe y mis respetos para él, siempre se acuerda de nosotros. Se manifiesta mucho”.