Valentín Arcila Ramírez, conductor de un Jeep Willys en la zona rural del municipio de Obando, Valle, vive con su esposa sus dos hijos y su cuñado. Ahora es propietario de una de las casas de la Urbanización Sagrada Familia que fue entregada el pasado 6 de abril.
Cuando supo que en la Alcaldía de Obando estaban recogiendo la documentación para unas casas de ahorro programado que la Corporación Diocesana pensaba construir, él mismo fue a entregar todo lo requerido para poder ser parte del grupo de personas que tendría un hogar propio en ese municipio.
Valentín se enfrentó a una serie de problemas debido a que los bancos pedían unos requisitos que no cumplía. No le hacían crédito por ser trabajador independiente y no contar con experiencia crediticia, pero él no se dio por vencido y recurrió a una “Teletón Familiar” como él la llama.
Recibió su casa sin tener ningún tipo de compromiso económico con la Corporación Diocesana pero sí con su familia, aunque lo importante es que tiene una casa propia.
Valentín no quería dejar pasar el momento para agradecerles a todas las personas que hicieron posible su sueño y el de su familia: “Le damos las gracias de todo corazón a la Corporación Diocesana por el empeño que pusieron para sacar adelante este proyecto, porque a pesar de los muchos altibajos que hubo, hoy estamos recibiendo nuestra casa”.