El sueño más latente de una familia de bajos recursos es poseer una vivienda propia, pero cuando este sueño es una realidad y se ve amenazado por la carencia de recursos para sostener físicamente la estructura de su casa, la angustia se apodera de todos y genera una incertidumbre que empaña la tranquilidad del hogar.
Sólo la fe transformada en obras, logra alcanzar el objetivo de devolver a las personas afectadas la serenidad ante el peligro de perder lo más preciado.
La Corporación Diocesana entrega la posibilidad de recuperar estructuras de viviendas a través del programa “Fe con Obras” que se ejecuta gracias al aporte de donantes, entidades que creen en este proyecto y parte de los recursos captados a través del Banquete del Millón.