El pasado 25 de enero, se cumplieron 20 años de uno de los sucesos más dolorosos del país, se trata del terremoto que afectó al Eje Cafetero. Durante la conmoción y tragedia de ese entonces, la Corporación Diocesana, cumplió una labor ejecutora a nivel social, aportando diferentes ayudas alimentarias, de atención social, psicosocial y de rehabilitación e integración comunitaria, a quienes pudieron sobrevivir a este evento natural.
Además se cumplió con el propósito de ayudar a reconstruir en gran parte municipios como Quimbaya, Salento, Barcelona, Calarcá, Filandia, Montenegro, Armenia, en el Quindío y Alcalá, Caicedonia, Obando, La Victoria, en el Norte del Valle, con un total de 6462 viviendas construidas, gracias a la canalización de recursos destinados por la Agencia Interamericana de Desarrollo de los Estados Unidos de América, y el Secretariado Nacional de Pastoral Social, los cuales se destinaron para la atención de familias afectadas por dicho evento sismológico que conmovió al mundo.
Esta es la razón por la cual nuestra institución en cabeza de Monseñor Jairo Uribe Jaramillo, recibió el pasado viernes, de manos del Gobernador del Quindío, Padre Carlos Eduardo Osorio Buriticá, la distinción honorífica MÉRITO CÍVICO, a través de la cual se reconoce y reafirma a la Corporación Diocesana como organismo fundamental en el proceso de mitigación del dolor y pérdida que sufrieron en su momento, los habitantes de esta zona.