Cuando vemos una persona con alguna dificultad física, tratamos de imaginar qué tan difícil es su vida, pero jamás nos damos cuenta de todo lo que esa persona debe pasar diariamente para superar esos “obstáculos” que para otros pueden parecer grandes, mientras que para ellos mismos son cosas pequeñas, sin embargo, una esperanza para vivir mejor siempre es bien recibida, una ayuda que les mejore su condición y movilidad los hace sentir respaldados, fuertes para enfrentar las situaciones y episodios que se presentan.
Julio César es una persona que se dedica a todo lo que tiene que ver con informática, es muy inteligente, capacitado académica e intelectualmente, a pesar de su condición la cual no ha podido ser diagnosticada y por esta razón se le denomina “enfermedad huérfana”, jamás ha visto los obstáculos, siempre sale adelante con lo que se propone, porque él ve la vida con ojos de positivismo, con la fuerza de un gladiador, La Corporación Diocesana Pro-Comunidad Cristiana, con la ayuda de todos los que nos donan herramientas para cumplir con esta misión, le ha entregado a Julio César, “una esperanza de vida” con la que esperamos pueda continuar luchando por lo que quiere y consiguiendo todo lo que se propone.